Carita sonriente con lágrimas, carita con corazones en los ojos, beso con corazón, corazón rojo y dos corazones rosas. Estos son los cinco emojis más utilizados en España, según estudios recientes. Si los describimos, pierden fuerza. Porque, al traducirlos a lenguaje verbal, desvirtuamos su poder y su significado. Los emojis representan un 3,4% de los mensajes de texto que enviamos. Y no los utilizamos solamente en Whatsapp. Cada vez las marcas los usan más en sus copies de publicaciones en redes sociales.
¿Por qué son tan populares? ¿Y por qué son tan efectivos? La respuesta es sencilla: porque transmiten emociones de forma más concisa y certera que las palabras. A finales de la década de 1990, cuando el diseñador japonés Shigetaka Kurita los creó para una operadora móvil, era imposible predecir el éxito de estos sencillos dibujos. Sin duda, se han convertido en el verdadero lenguaje universal de nuestra era. Los profesionales de comunicación en redes sociales y marketing digital pronto nos dimos cuenta del potencial de estas figuritas. Y no nos pudimos quedar al margen de esta emotic-ola.
No os vamos a aburrir con semiótica. Pero, en realidad, se trata de eso: del poder visual y de potenciar el significado de lo que decimos. Importa el “qué” y, sobre todo, el “cómo”. Si para expresar las bondades del producto o servicio de tu cliente te hace falta un plus, nada mejor que una flamenca, un guiño de ojos, la señal de ok o una cara con corazones en los ojos. Para anunciar una novedad o algo impactante, están el megáfono, los truenos o el símbolo de fiesta con confeti.
Los emoticonos de manos y de flechas también sirven para guiar al usuario en el texto, indicándole enlaces, imágenes o vídeos. Y, si tenemos que dar malas noticias o pedir disculpas cuando algo no sale bien, nada mejor que la carita triste.
Aunque sean símbolos frescos, no los utilizamos a la ligera. En el medio de un texto a negro, los emojis se destacan por sus formas y sus colores, tienen una función de anclaje. Sirven para atraer al usuario, conducirlo al clic a la landing page que deseamos que abra, emocionarlo para que empatice con nosotros e interactúe o enfatizar un mensaje. A ser posible, con más emojis. 😉