Hacer que una marca de siempre siga estando presente en la mente del consumidor y, sobre todo, guste y tenga acogida en los nuevos consumidores no siempre es fácil, los canales digitales exigen otros formatos. En bee social trabajamos constantemente el contenido (y la fotografía como reina) para adaptar la imagen de la marca a todo lo que pasa a su alrededor.
El target de una marca se mantiene y también cambia. Tu target no es el mismo hoy que hace 10 años, pero tampoco será el mismo dentro de otros 10 años, por eso debes adaptarte a los gustos de tus nuevos consumidores de una manera progresiva e inmersiva.
Inmersiva porque debes investigar y adentrarte en las nuevas tendencias del sector y a sus canales, progresiva porque los canales son cambiantes, hace unos «pocos días» no existían las stories de instagram y es un formato que ha llegado para quedarse, y la marca en redes también tiene que llevar el ritmo.
Esto es lo que hicimos con nuestro cliente La Colegiala. Una empresa familiar, con más de 50 puntos de venta y cafeterías que se encuentran en la zona de Levante que habla y comunica en redes sociales con un social media plan integrado en su estrategia de marketing.
Para transmitir el potencial de la marca necesitábamos enseñar el producto en todo su esplendor utilizando el poder de la imagen (a través de la fotografía y el diseño gráfico).
En fotografía decidimos crear un imaginario que se acercara a la tendencia foodie, para ello hicimos una investigación en redes sociales a través de hashtags y análisis de la competencia para conocer qué hace el usuario y qué le gusta ver en las redes sociales de hoy.
Para entender qué es la tendencia foodie, es necesario conocer dos términos:
Foodie: Foodie es todo aquel al que le encanta la comida. Personas que buscan nuevas experiencias gastronómicas. En la actualidad cuenta con una gran exposición en las redes sociales, sobre todo en Instagram. Muchos de ellos, se han convertido en verdaderos influencers.
Foodporn: Actualmente es un fenómeno viral que podemos ver en prácticamente todas las redes sociales. Se trata de platos, recetas, alimentos presentados de una manera atractiva, visual y muy muy llamativa.
¿Sabías que la primera vez que se utilizó este término fue en 1984? Rosalind Coward (periodista y escritora), lo utilizó en su libro “Deseo femenino” utilizando este término para hacer referencia a alimentos que se presentaban de una manera muy atractiva para llamar la atención de todo el que los veía.
¿Qué pretende una marca gastronómica uniéndose a la tendencia foodie?
En el caso de La Colegiala, nuestra intención fue presentar un producto cotidiano, precisamente en su propia escena. Es decir, pasar de presentar un producto en plano, a presentarlo como una experiencia para el usuario.
Esta es una forma de crear experiencias visuales para el usuario a través de las imágenes, haciendo que viendo el producto puedan trasladarse a ese momento o lugar.
Además, hasta ahora el producto sólo era visto en los mostradores de las panaderías. Es decir, el mensaje era plenamente comercial y, sin embargo, ahora el mensaje es más experiencial, subjetivo e indirecto.
CONCLUSIÓN: Mostrar los productos, en este caso cotidianos, trasladando una experiencia o una “historia” a los usuarios. Premiando la estética y el atractivo de producto en su versión más sencilla.