El teletrabajo o trabajo en remoto es una modalidad que algunas empresas ya tenían implantado, y a la que un gran número ha tenido que adaptarse a marchas forzadas tras la proclamación del estado de alarma. En Bee Social llevamos un tiempo ofreciéndola a las abejitas que la necesitan en determinados momentos, así que sabemos que a pesar de sus múltiples ventajas, a veces puede resultar difícil lidiar con esta forma de trabajar.
A continuación te daremos algunos consejos para hacer teletrabajo y no morir en el intento.
Antes de nada, nuestro principal consejo es HABLAR. No resulta fácil para todo el mundo adaptarse a las nuevas circunstancias, así que lo mejor es hablar con el resto del equipo sobre los problemas que podamos tener. ¡Solo así se podrá encontrar una solución!
Trabajar desde casa no significa trabajar aislado.
Aunque parezca que el trabajo en remoto o telegrabajo es una actividad solitaria, no tiene por qué serlo. Al fin y al cabo, formamos parte de un equipo y es importante tanto para el flujo de trabajo como para nuestra salud mental, recordar que no estamos solos. Tenemos que seguir comunicándonos de forma fluida, contando anécdotas, gastando bromas, comentando el día a día. Todo ello es una parte fundamental de la rutina de una oficina: ayuda a cohesionar al equipo, mejora la comunicación y hace más agradable el ambiente de trabajo, creando oportunidades que no existirían si no nos relacionásemos. ¿A quién no se le ha ocurrido una gran idea durante la pausa del café?
Mantén reuniones virtuales
Al hilo de lo anterior, es muy recomendable mantener reuniones virtuales periódicamente. Por ejemplo, nosotros hacemos un status semanal todos los lunes, igual que hacíamos en la oficina, y lo complementamos con charlas entre integrantes de diferentes proyectos cuando necesitamos resolver algo concreto. Ten en cuenta que la comunicación no verbal es importantísima. ¿Cuántas veces alguien te ha dicho que estaba entendiendo algo y por su cara has sabido no era así? Así que por muy bien que funcionen los chats escritos, que no te tiemble el pulso al pedir una videollamada en grupo.
Las videollamadas en grupo
Para que la videollamada sea un éxito, selecciona muy bien qué aplicación o herramienta vas a usar. No todo el mundo dispone de una buena conexión a internet. Igualmente, habrá compañeros que estén solos en casa y disfruten de un necesario silencio y otros que compartan habitación con niños, mascotas u otras personas haciendo su propio teletrabajo. Para evitar intervenciones no deseadas, te recomendamos utilizar auriculares con micrófono. También hay aplicaciones que te permiten silenciar a los participantes que no estén interviniendo en la conversación.
Nosotros usamos como sala de reuniones virtual desde hace tiempo WHEREBY con satisfacción, ahora también usamos JITSI MEETS. Ambas funcionan muy bien, no ceden tus datos a terceros y puedes regular la intensidad de la señal, compartir pantalla, grabar etc.
Otra cosa que tienes que tener en cuenta es lo que se ve detrás de ti. Si vas a hablar con tus compañeros de trabajo hay un poco más de margen, pero tal vez la reunión sea con un posible cliente o con un cliente muy serio. ¿Qué tienes detrás? Este factor es una oportunidad para que fomentes la imagen que quieres dar. Por ejemplo, un buen fondo es una estantería llena de libros. Un mal fondo, una cocina desordenada ¿Ves la diferencia? Muchas aplicaciones te ofrecen cambiar el fondo por otro prediseñado, como si fuera un croma. Así que mira bien a tu alrededor y crea un escenario que apoye tu imagen y mejore tu discurso.
En este apartado también te recomendamos cuidar la luz, el ángulo de la cámara, e incluso la ropa. ¡Estar en casa no significa estar en pijama todo el día!
Vístete
Relacionado con el punto anterior, te rogamos encarecidamente que te vistas. Si teletrabajas no es necesario arreglarse como para una boda, pero aunque parezca obvio, debes cambiarte de ropa y asearte cada día. Además de los motivos evidentes, ello te ayudará a mantener viva una parte de la rutina y te ayudará a entrar en el ambiente de trabajo.
¡No te distraigas!
Hay que ser teletrabajador nivel experto para cambiar de actividad lo suficientemente rápido como para poner el hervido en el fuego o tender la ropa y volver a trabajar inmediatamente justo al punto en el que se había dejado. Así que delimita bien tu horario de trabajo y trata de no incluir en él tareas de la casa. Parece fácil pero no lo es. De verdad.
Toma tus descansos
En Bee Social tenemos un descanso marcado a fuego: el beesayuno. Paramos todo (siempre que es posible, claro), y nos vamos a desayunar. Despejamos la mente, recargamos fuerzas y volvemos con la energía suficiente para continuar con la jornada. Pues bien, aunque parezca lo contrario, no es fácil hacer esos descansos mientras se teletrabaja. A lo mejor no necesitas un gran descanso a mitad de la mañana, y en cambio sí necesitas parar unos minutos entre tarea y tarea. Igualmente, trata de empezar y terminar a tu hora. Aunque el ordenador siga ahí, tan cerca, tan a mano, tienes que descansar y liberar tu mente para poder seguir trabajando al día siguiente. No sabemos cuánto va a durar esta situación, pero sí sabemos que no desconectar del trabajo puede quemar.
Bonus track.
Muévete. Muévete todo lo que puedas. El camino a la oficina, la bajada a la cafetería, el paseo a la fotocopiadora, incluso la salida al baño… No te das cuenta, pero en la oficina te estás moviendo todo el rato. En cambio, en casa, puede ser que te sientes en el sofá a trabajar, comas en el sofá, eches la siesta en el sofá y veas una peli en el sofá. ¡Levántate del sofá! Anda por el pasillo, baila, haz zumba.. lo que sea, pero muévete, cambia de habitación.